La Universidad de Buenos Aires (UBA) continúa enfrentando una profunda crisis en su estructura salarial, a pesar de los avances logrados en la emergencia presupuestaria de mayo. Mientras la UBA logró un incremento significativo del 270% en su presupuesto operativo y un 300% para hospitales universitarios, la cuestión salarial sigue siendo un tema urgente y no resuelto.

Durante la sesión del Consejo Directivo del pasado 13 de agosto, el decano de la Facultad de Derecho, Leandro Vergara, expresó su grave preocupación por el impacto que el deterioro salarial está teniendo sobre la calidad educativa e investigativa de la UBA. En su discurso, Vergara advirtió que “en varias Facultades se están yendo una gran cantidad de investigadores y profesores de mucha trayectoria», lo cual amenaza la formación de futuras generaciones y la continuidad de proyectos de investigación clave para el país.

El deterioro del poder adquisitivo de los salarios de docentes y nodocentes, que ha caído un 40% desde principios de año en comparación con la inflación, junto con un desfasaje del 20% respecto a la pauta general de aumento del sector público, ha dejado a la UBA en una situación crítica.

En muchos edificios de la UBA, se pueden leer carteles con la frase “Sin salarios dignos, la UBA no funciona”, subrayando que esta situación afecta severamente las condiciones para la enseñanza, la investigación y la extensión universitaria, pilares fundamentales de la Universidad.

La comunidad universitaria continúa en estado de alerta y movilización, exigiendo que el gobierno nacional reconozca y aborde esta crisis con la misma urgencia que mostró durante la Marcha Federal Universitaria de abril, la cual fue clave para lograr la actualización del presupuesto de gastos operativos. Sin embargo, los salarios, que representan el 90% del presupuesto universitario, aún no han sido actualizados, poniendo en riesgo la continuidad y la calidad de la educación pública en la Argentina.